CARNE ECOLOGICA


LA CARNE ECOLOGICA:
“buena para nuestra salud y la del planeta”

La carne de ternera casina de producción ecológica es una carne diferente, como opina quien la prueba: “una carne que sabe y huele a carne”, impresiones sensoriales derivadas de sus excelentes condiciones organolépticas, efecto directo del mimado proceso de crianza ya descrito. Su color rosáceo al corte, su textura tierna y jugosa, su intenso sabor, su fabuloso olor y su fácil preparación, ya que no necesita condimentos,  rememoran en el comensal sensaciones gustativas de antaño, en un ejercicio culinario de añoranza de la carne que preparaban nuestras abuelas. El sabor de la carne ecológica de nuestra explotación evoca en el paldar la ternura y frescura de los pastos que han servido de alimento para la cría del ternero en las laderas de Peña Mea.

Además del deleite sensorial, la carne ecológica es la más sana de las carnes que podemos comer, pues la alimentación de los terneros está libre de residuos químicos contaminantes, al realizarse en base a una dieta natural y equilibrada, que aporta una mayor saludabilidad a la carne al tener una mayor presencia de ácidos grasos insaturados como el Omega -3. La carne ecológica es asimilada mejor por nuestro organismo y es más digestiva porque las proteínas, fibras y jugos están totalmente exentos de sustancias químicas contaminantes, con lo cual, el organismo lo agradece debido a que no tiene que trabajar para eliminarlas. Además aporta proteínas de alta calidad, es una fuente de minerales y vitaminas excelente (Fe, Zn, Vit B12,...), es rica en ácidos grasos insaturados que nuestro organismo no puede fabricar y garantiza la ausencia de residuos nocivos, por lo que es un producto sano y básico para nuestra alimentación.



Carne de ternera casina ecológica, obsérvese el nivel de infiltración de grasa intramuscular.

 En contra de lo que piensan algunos defensores a ultranza del consumo de alimentos de origen vegetal, el consumo moderado de carne es indispensable para nuestro organismo, pues nos aporta proteínas y grasas que nos ayudan a fortalecernos tanto por dentro como por fuera, ayudándonos a crecer y desarrollarnos sanos en el día a día. La calidad y sabor de nuestra carne han hecho caer en el pecado carnal a más de un vegetarian@ según nos han confesado nuestros clientes.  Además de ello, el beneficio  del consumo de carne ecológica se ve reforzado con la capacidad de prevenir contra las enfermedades que tiene este tipo de carne, ya que los alimentos de producción ecológica contienen más potasio, más calcio, más magnesio, más hierro y más proteínas asimilables;  pues por ejemplo, la falta de hierro es causa directa de anemia y la falta de magnesio produce afecciones cardiovasculares, estado depresivo y cansancio así como alergias. Del mismo modo, consumiendo carne ecológica se evita la acumulación de sustancias tóxicas ocasionantes de enfermedades que no pueden ser desechadas por nuestro organismo, caso de los antibióticos o de las hormonas.

El valor diferencial de nuestra carne no está en la cantidad, es decir, en el  rendimiento carnicero del ternero, sino en la calidad de la carne. Unos rendimientos carniceros de la raza “casina” menores respecto a otras razas de mayor aptitud cárnica, no han de hacernos confundir la calidad de la canal con la calidad de la carne, confusión alentada por los carniceros. Está  comprobado que la calidad de  la carne es precisamente mayor en aquellas razas más rústicas, caso de la "casina",  a pesar de que poseen unos rendimientos carniceros más bajos (ver más). La principal virtud de la canal de los terneros casinos tras el periodo de cebo es su nivel de engrasamiento intramuscular, que se manifiesta en un sabor y una jugosidad extraordinaria de la carne, que hacen a los más carnivoros tocar el cielo y a los vegetariones caer en el pecado carnal.