LA VACA ASTURIANA DE LA
MONTAÑA O CASINA:
“una vaca diseñada para la
producción ecológica”
La Asturiana de la Montaña o “Casina” es una
de las razas bovinas autóctonas asturianas, perteneciente al tronco castaño cantábrico, su morfología se sintetiza muy bien en los
dos refranes que utilizan los ganaderos locales para definirla, “la
vaca casina es grande acostada y pequeña de pie” y ”a la vaca casina tiene que pasarle poco aire por debajo de la barriga”. Se trata de un animal de apariencia corporal muy compacta,
de capa entre castaña y rubia, sus extremidades son cortas y potentes, con
pezuñas amplias y negras, el cuello es corto y bastante robusto, el pecho muy
profundo con una gran caja torácica, la grupa ancha y ligeramente caída, la
cabeza pequeña con perfil subcraneal subconcavo o recto, con el hocico ancho y
con cuernos abundantes que nacen horizontales para después dirigirse hacia
delante y hacia arriba.
Ejemplar adulto de la raza "casina" de gran pureza racial
Se trata de un animal que presenta una triple aptitud, en la medida que su leche era muy
apreciada para la elaboración de quesos y mantecas (caso del “quesu casín”),
teniendo su carne una extraordinaria calidad y siendo un excelente animal de
trabajo a consecuencia de las características anatómicas reseñadas y de su
nobleza y valentía en las tareas agrícolas. A ello se añaden como
potencialidades para su explotación en áreas de montaña la facilidad en el
parto y en la cría de terneros, junto con su extrema rusticidad, que le permite
soportar condiciones climáticas adversas y aprovechar pastos difíciles y escabrosos,
así como aquellos que se han embastecido a consecuencia de la matorralización.
Su rusticidad, gran capacidad maternal y
de adaptación a los ambientes más extremos hacen de la vaca casina la más idónea para la
producción ecológica en la montaña asturiana, ya que permite la cría de de
terneros en base a los recursos locales. Podemos decir que la vaca “casina” es
una vaca diseñada para la producción ecológica (ver más).
Tradicionalmente el handicap productivo de la vaca
casina ha sido el menor rendimiento carnicero de los terneros casinos, que presentan
unas características de cebo inferiores a otras razas en sistemas intensivos y
unos rendimientos carniceros menores. Sin embargo, los terneros casinos cuentan con
excepcionales
características para su cebo en sistemas extensivos en base a pasto y
por ende en el marco de programas de producción ecológica. Unos rendimientos
carniceros menores respecto a otras razas de mayor aptitud cárnica, no han de
hacernos confundir
la calidad de la canal con la calidad de la carne, confusión
alentada por los carniceros, estando comprobado que la calidad de la carne es
precisamente mayor en aquellas razas más rústicas, como la “casina”, dado su
mayor nivel de engrasamiento inter-intramuscular, que se manifiesta en el sabor
y a jugosidad extraordinaria de su carne, que es principalmente una de las
características sensoriales más valorada por los consumidores ( ver pestaña de
carne ecológica).
En 1986 se constituyó la Asociación Española de Criadores
de Ganado Vacuno Selecto de la Raza Asturiana de la Montaña (ASEAMO) con la intención de velar
por la pureza y conservación de esta raza, así como de aglutinar los intereses de
sus productores. En la actualidad la vaca “casina” figura
en el Catálogo Oficial de Razas del Ministerio de Agricultura (R.D. 1682/97)
como raza de protección en peligro de extinción. La Ganadería Ecológica Falda
de Peña Mea forma parte de esta asociación teniendo la totalidad de sus vacas
inscritas en el libro genealógico de la raza que gestiona esta asociación.
Logo de la Asociación Española de Criadores
de Ganado Vacuno Selecto de la Raza Asturiana de la Montaña